Entre los ecos derivados de la marcha atrás sobre
la supresión de la ESO
rural y la aprobación por el Consejo de Gobierno de la Junta de esa especie de “parto de los
montes” denominada Ley de Ordenación, Servicios y Gobierno del Territorio, ha quedado en un segundo plano la reforma legislativa que socava la
independencia y autonomía de las instituciones de consulta, participación y
fiscalización de la comunidad autónoma. La Ley que reforma el funcionamiento de los Consejos
Económico y Social, Consultivo, de Cuentas y el Procurador del Común seguirá su
tramitación parlamentaria, una vez que el Pleno de las Cortes ha rechazado la
enmienda de totalidad presentada por el grupo mixto a instancias del único procurador de IU.
Consejeros de la Presidencia y de Hacienda |
En ausencia de una oposición solvente, ambos
Consejos y, en su caso los Tribunales de Justicia, han sido los únicos
contrapesos reales a los que se ha enfrentado la Junta. Los informes de
fiscalización del Consejo de Cuentas han dejado en infinidad de ocasiones con
las vergüenzas al aire a la
Junta, especialmente a la Consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, quien nunca ha
disimulado los sarpullidos originados por ese control. La jubilación del
anterior presidente del Consejo, Pedro
Martín, un técnico de probada independencia y rectitud, supuso todo un
alivio para Del Olmo y sus ingenios y artificios contables. En su lugar, sin cortarse
un pelo, el PP promovió como nuevo presidente a Jesús Encabo, justo el procurador popular que se ocupaba de
rebatir en las Cortes los informes de fiscalización del Consejo de Cuentas..
José Luis Díez Hoces |
Y a tal
extremo ha llegado la obsesión por desalojar a Díez-Hoces que el Proyecto de
Ley perpetrado por la
Consejería de Presidencia ha introducido una limitación de
mandatos con efectos retroactivos con el único y expreso de fin de impedir la
reelección del actual presidente del CES.
Como bien ha señalado el procurador de IU, José María González, dicha reforma
atenta contra la independencia y autonomía de dichas instituciones,
desnaturaliza las funciones de control, fiscalización y participación que han
cumplido y supone en definitiva una clara involución democrática. Legislativamente,
el proyecto es además bastante chapucero. “¿Respeta
el articulado de la norma este equilibrio entre la eficiencia y la autonomía de
las instituciones?”, se pregunta en
su dictamen el Consejo Consultivo. Y a continuación se responde: “Este dictamen se pronuncia en sentido
negativo en relación con no pocos aspectos (…) y el punto de partida todavía
mas discutible es regular las cuatro instituciones en una sola norma y del modo
en que se hace”. Sobran comentarios.
Juan Vicente Herrera y Julio Villarrubia |
Este retroceso democrático en el entramado
institucional de la comunidad ha coincidido con la noticia de que
este año no habrá Manifiesto conjunto de las fuerzas políticas y sociales
convocando a la concentración de Villalar de los Comuneros. Ante la imposibilidad
de consensuar con el PP un texto reivindicativo, se renuncia al Manifiesto que
daba contenido político a la cita del 23 de abríl. El PP consigue así el objetivo que se
propuso desde que se incorporó al colectivo convocante: Neutralizar la fuerza
reivindicativa de Villalar y convertir la celebración en una romería festiva. El reciente derrumbe parcial sufrido por el edificio que hace años que espera ser sede de la Fundación Villalar
supone toda una alegoría del derrumbe político que se cierne sobre el proyecto
común de esta Autonomía.
elblogdepedrovicente@gmail.com
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