Mientras se
ha ido al garete el consenso político y social al que obligaba el Manifiesto de
Villalar, se está dando mucho bombo estos días a un pretendido pacto entre la Junta y la oposición en
defensa de un sistema de financiación autonómica que garantice las necesidades
de Castilla y León, aspiración que a juicio de la Junta no cumple el modelo
vigente. Si el liquidado Manifiesto del 23 de abríl al menos tenía un valor
testimonial, el acuerdo que se plantea sobre la financiación del Estado a la
comunidad autónoma constituye un completo brindis al sol.
Artur Mas y Mariano Rajoy |
Con anterioridad al encuentro de dichos
presidentes, el ministerio de Hacienda ya había puesto sobre la mesa otra
medida ideada para aliviar la situación financiera de Cataluña, cual es la de
sustituir el techo de déficit único aplicado a todas las comunidades por otro
de carácter “asimétrico”, propuesta que casi todos los demás gobiernos
autonómicos consideran discriminatoria. Visto todo lo cual, estos mismos
gobiernos se han puesto en guardia sospechando del presunto compromiso de Rajoy
de revisar el reparto de la tarta común de la financiación autonómica con
criterios que aumenten la porción catalana.
Desestimado el “pacto fiscal” (acuerdo
unilateral homologable a los conciertos vasco y navarro) `reivindicado por Más,
la única vía para calmar las aguas catalanas sería la de ese nuevo reparto de
la tarta. Y como la tarta no ha aumentado, sino todo lo contrario, si aumenta
la porción de alguno de los comensales, impepinablemente será a costa de
reducir la ración de los restantes. Esta es la venda que tratan de ponerse
Castilla y León y otras comunidades antes de recibir esa pedrada.
Consejeros de Hacienda del PP con Montoro y Cospedal |
Todo eso ya se pactó entre PP y PSOE y lo
comparten de la cruz a la raya IU, los
sindicatos, la patronal y hasta el último vecino de la última aldea de Los Ancares.
Pensar que, por recrearlo aquí, Castilla y León va a tener mas fuerza en la
negociación que se lleve a cabo en Madrid es de de una ingenuidad supina. Va de
suyo además que en todas las comunidades autónomas la oposición respalde al
gobierno de turno en salir lo mejor parado posible de ese reparto.
Esta
película del sistema de financiación la tenemos ya muy vista y al final acaba
con concesiones a las comunidades con mayor capacidad de presión política frente
al gobierno central en detrimento del resto. Y aquí lo que tiene que hacer el
presidente de la Junta,
Juan Vicente Herrera, junto a los
demás de las comunidades del PP con intereses coincidentes, es presionar al
gobierno Rajoy para contrarrestar la presión
ejercida por Cataluña. Lo demás son fuegos de artificio.
Herrera, López, Carriedo y González |
Respecto a la oposición, en lugar de prestarse
a solemnizar lo obvio, puestos a hablar de financiación debería pedir cuentas a
la Junta sobre
el otro gran capitulo de la misma: los tributos propios de la comunidad. Nadie
sabe a ciencia cierta lo que han reportado a las arcas autonómicas aquellos nuevos
impuestos que la Junta
se sacó de la manga a finales de 2011 (la llamada ecotasa a las empresas
eléctricas, la tasa impuesta a la eliminación de residuos, el céntimo sanitario
y la recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio). Revisar la fiscalidad
autonómica -incluida la recuperación del impuesto de donaciones y sucesiones
para las grandes fortunas- sí merecería un pacto de comunidad. Pero como eso no
le interesa a la Junta,
ni siquiera se plantea.
elblogdepedrovicente@gmail.com
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