jueves, 25 de abril de 2013

El expolio de las Cajas (XII): Esperando el paraguas de Unicaja



A falta de cinco días para que concluya el culebrón -el plazo era el 30 de abril- el futuro del Banco CEISS (Caja España-Caja Duero) sigue siendo una incógnita. Nadie se atreve a pronosticar si las dos antiguas Cajas más importantes de Castilla y León acabarán temporalmente nacionalizadas o si finalmente serán absorbidas por la malagueña Unicaja, que lleva ya tres años tratando de quedarse con ellas a precio de saldo.


Braulio Medel
 La Junta, el PP y el PSOE de Castilla y León, responsables políticos del fiasco financiero en el que ha devenido la fusión España-Duero, lo último que desean es que se produzca la nacionalización. La razón es muy sencilla: Ello certificaría el gran fracaso de su gran apuesta política por fortalecer el “músculo financiero”. Por el contrario, si Unicaja se hace cargo del ruinoso banco CEISS, políticamente tratarán de salvar los muebles, vendiéndolo como si se tratara de  una segunda fusión de la que Castilla y León sale muy fortalecida. Con tal de ello la Junta se resigna a que los restos del naufragio sean reciclados por una caja controlada por el PSOE andaluz. Prefiere eso a que se visualice su fracaso.
  
Consciente de esa ansiedad política en Castilla y León, el presidente de Unicaja, Braulio Medel, ha segujido apretando las tuercas hasta el último momento, tratando de sacar la máxima tajada. La última noticia es que, aparte de los 600 millones fijados por Bruselas para cubrir las necesidades de capitalización del CEISS, Medel quiere cubrirse las espaldas con otros 400 millones adicionales de capital público. 300 de ellos tendrían carácter preventivo ante eventuales sobrevaloraciones en los 3.137 millones de activos de las antiguas Cajas traspasados al “banco malo”. Y los otros 100, a modo de colchón ante el problema de las preferentes (400 millones) y obligaciones subordinadas (600) pendiente de resolver.

  En esta tesitura, la movilización emprendida en las últimas semanas por los preferentistas de Caja España-Caja Duero -más de 14.000- ha incomodado claramente a la Junta, que por nada del mundo quiere que se remuevan esas aguas. “El dinero es muy miedoso y no es bueno que el banco CEISS esté sometido por unos y por otros a tensiones que no hacen mas que entorpecer un proceso necesario y deseado por todos”, ha dicho el consejero Portavoz, José Antonio de Santiago-Juárezel mismo que entre 2003 y 2007 formó parte del Consejo de Administración de Caja Duero

Unas palabras con las que el gobierno de Juan Vicente Herrera se desmarca claramente del respaldo prestado por el presidente de la Diputación y del PP de Zamora, Fernando Martínez Maillo, a las actuaciones emprendidas por la plataforma de afectados constituida en esa provincia. Si en una entrega anterior decíamos que el PP de Castilla y León carecía de posición y estrategia común ante el marrón de las preferentes, de las declaraciones de De Santiago Juárez, la mano que mece el diván del presidente, se desprende que su postura es la de dejar correr el tiempo a la espera de que Unicaja o el FROB hereden el problema.

 Por el contrario, quien se ha visto obligado a mover ficha ha sido el PSOE de Castilla y León, que se ha dignado a presentar una Proposición en las Cortes solicitando “la implicación de la Junta para analizar lo sucedido y para preparar las soluciones adecuadas una vez que se adopte la decisión por parte de la Comisión Europea”. No era de recibo que el secretario autonómico de los socialistas, Julio Villarrubia, declarara que las preferentes podían haber constituido “una gran estafa” y al mismo tiempo su partido permaneciera de brazos cruzados ante un problema que no es precisamente ajeno a sus propias responsabilidades.
Soraya Rodriguez.
 Aparte de que las problemáticas emisiones de dicho producto financiero se produjeron durante la etapa de gobierno de Zapatero, está la responsabilidad (al menos “in vigilando”) de los representantes socialistas en los Consejos de Administración de Caja España y Caja Duero, ninguno de los cuales ha ofrecido hasta ahora explicación pública.

Y aun así, la reacción del PSOE de Castilla y León se ha producido 24 horas después de que desde la dirección federal se cayera asimismo del guindo, presentando una denuncia ante el Fiscal General del Estado al objeto de que la fiscalía abra una investigación de carácter general sobre el problema. “Pedimos al fiscal que actúe y abra una investigación para que podamos conocer el alcance de los hechos, comprobar si pueden constituir algún tipo de delito y determinar responsabilidades”. La frase es de la portavoz en el Congreso de los Diputados, la vallisoletana Soraya Rodriguez, quien es de suponer que conoce la forma en que Caja España comercializó este producto financiero, hurtando deliberadamente información relevante tanto a los clientes como al propio Consejo de Administración de la entidad. 

Aunque sea con mucho retraso y a la rastra, los socialistas por fín comparecen en el problema de las preferentes. Ya les ha costado.


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