“Estamos
esperando el santo advenimiento. El señor Montoro
está tan entretenido en hacernos la vida imposible a las comunidades autónomas
que no sé si el dato se retrasará…”. Estas palabras, pronunciadas el pasado viernes
por Juan Vicente Herrera sobre el
cumplimiento del techo de déficit establecido para 2013, revelan el alcance de
la nueva tormenta que se ha desencadenado entre la Junta de Castilla y León y
el ministro de Hacienda.
Montoro durante la convención del PP en Valladolid |
Antes de que acabara la convención, Herrera y
la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo,
intentaron en vano que Montoro les diera alguna explicación sobre esas
“cuentas” y sus conclusiones, pero el ministro rehuyó cualquier contacto con la Junta y regresó a Madrid sin
aclarar el entuerto. A partir de ahí se entiende eso de que “está entretenido
en hacernos la vida imposible a las comunidades autónomas”.
Las “cuentas públicas regionalizadas”,
encargadas a modo de sucedáneo de las “balanzas fiscales”, tenían como objetivo
político desmontar el “España nos roba” que argumenta Cataluña, comunidad que,
al igual que la de Madrid, considera excesivo el desequilibrio entre lo que el
Estado recauda en su territorio y los recursos públicos que transfiere a la comunidad
autónoma. De hecho, el estudio de los expertos concluye que ambas comunidades
están correctamente financiadas, al contrario que otras, que estarían
infrafinanciadas, caso de Andalucía, Valencia, Castilla-La Mancha y Murcia, y
otras sobrefinanciadas, entre ellas Castilla y León.
Si las conclusiones de
dicho trabajo se establecieran como referencia del futuro modelo, resultaría
que nuestra comunidad autónoma, lejos de incrementar la porción que recibe en
el reparto de la tarta estatal, podría encontrarse con una ración todavía
inferior. O sea, un auténtico fiasco para las aspiraciones de la Junta , que en este frente
cuenta con el apoyo incondicional e incondicionado del PSCL-PSOE.
Herrera, De Santiago y Del Olmo |
Al igual que sucede que con sus colegas de Industria y Agricultura, José Manuel Soria y Miguel Arias Cañete, las relaciones entre el gobierno Herrera y el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas han sido borrascosas desde el primer momento. Pero precisamente con Montoro la
relación se había suavizado en diciembre a raíz de que la Junta , a cambio de cuatro
enmiendas de última hora cogidas con hilos, diera por buena de la noche a la
mañana la nefasta reforma local que lleva el nombre de este ministro. Una
indecorosa claudicación política que le va a generar muchos problemas al
gobierno de la comunidad. Y no solo por su manifiesta incompatibilidad con la
“ordenación territorial” aprobada de la mano del PSOE. Además de eso, por el
ataque a la autonomía local, el vaciado de competencias a favor de las
Diputaciones y la privatización y/o supresión de servicios públicos que
persigue dicha Ley.
Y la respuesta de Montoro a esa bajada de
pantalones con la “reforma local” ha sido la de abonar el terreno de un nuevo
modelo de financiación autonómica del que esta comunidad puede salir muy mal
parada. De ahí el monumental cabreo hacia el ministro por parte de Herrera y de
sus dos consejeros predilectos, el de la Presidencia y la de Hacienda, ese terceto
conocido en los círculos del PP como “Los 3 Sudamericanos”.
Así las
cosas, la revisión del modelo de financiación pinta muy negro para la Junta , que además lo afronta
con una cuota de población inferior a la que sirvió de base para aplicar el
vigente. Y ello añade todavía mayor incertidumbre sobre el cumplimiento de la
Ley Montoro en lo referente a incluir en el
nuevo modelo el coste de las llamadas competencias impropias ejercidas hasta
ahora por los ayuntamientos en materia de Sanidad, Educación y Servicios
Sociales.
Ana Lima |
Entretanto, cada estadística oficial que se
publica confirma que hablar de recuperación económica en Castilla y León
constituye una broma de pésimo gusto. Además de seguir siendo negativos, los datos
sobre empleo y actividad vienen siendo una y otra vez peores que los del conjunto de
España, lo que abunda en la idea de que la crisis sigue sin haber tocado fondo
en esta comunidad. Las cifras cantan. Castilla y León ha encabezado en 2013 la
caída del Indice de Producción Industrial, con un retroceso del 7 por ciento,
casi cuatro veces mayor al 1,8 registrado a nivel nacional.
El empleo sigue evolucionando en esta
comunidad peor que en el conjunto de España, al punto de que, tras el
incremento del paro registrado en el mes de enero (7.020 nuevos inscritos
respecto al mes anterior), la tasa regional se sitúa en el 21,34 por ciento,
por primera vez por encima de la tasa nacional (21,25). Paralelamente, ha
descendido en 12.292 el número de afiliaciones a la Seguridad Social ,
que a fecha 31 de enero se reduce a 824.131, y sigue cayendo el número de
autónomos, que ahora está por debajo de los 200.000.
El Diálogo Social entrela Junta , CC.OO, UGT y Cecale
irá viento en popa, pero a la vista está que en lo más importante, la creación
de empleo, los resultados siguen brillando por su ausencia.
El Diálogo Social entre