lunes, 30 de junio de 2014

La Junta, otra vez tragando con Montoro

 Oficialmente el PP se había dedicado a minimizar el fuerte castigo electoral sufrido en las pasadas elecciones europeas, achacándolo básicamente a la abstención de los suyos. Al mismo tiempo, su argumentario hacía hincapié en que los resultados de unos comicios europeos no pueden extrapolarse a otro tipo de elecciones. Pero lo cierto es que, de puertas hacia adentro, en la calle Génova el 25 de mayo disparó las alarmas ante el desgaste sufrido por el partido a un año de las elecciones municipales y autonómicas.


  No hace falta pagar la morterada que le factura su sociólogo de cabecera, el clarividente Pedro Arriola, para llegar a la conclusión de que, si no consigue congraciarse con el electorado defraudado, el PP perderá en 2015 una buena cuota de su poder territorial.
Cristóbal Montoro
 Está en serio riesgo la mayoría con la que cuenta en muchos e importantes ayuntamientos y puede perder determinados gobiernos autonómicos (por mas alarmismo que propaguen los interesados promotores de la campaña “Juanvi, quedáte”, no sería el caso de Castilla y León, donde tendría que ocurrir un cataclismo para que el PP, con Herrera o sin él, perdiera la Junta).

 Y la reacción no se ha hecho esperar. Mientras el PSOE intenta salir del marasmo en el que se encuentra, el gobierno de Mariano Rajoy ha lanzado a bombo platillo su gran reclamo para recuperar al votante perdido: unas futuras rebajas en el Impuesto sobre la Renta y en el de Sociedades. 
 No es ni por asomo la gran reforma fiscal que necesitaría la Hacienda pública española para recaudar más y de forma más equitativa. Ni se revisa en su conjunto una fiscalidad que hace recaer el peso de la carga tributaria sobre las rentas del trabajo (IRPF), ni se impulsa la lucha contra el gigantesco fraude fiscal, no vayamos a pisar esos callos. Todo se limita a una rebaja puntual en esos dos impuestos con la que se pretende que el ciudadano se de por compensado ante el expolio sufrido en los tres primeros años de gobierno Rajoy.

 Está por ver -hay mucha letra pequeña que dilucidar- si esas rebajas compensaran las subidas en esos mismos impuestos aprobadas por el actual gobierno. Pero todo se quedaría en eso. La subida del IVA y demás impuestos indirectos, los copagos y los recortes en las prestaciones sociales no tienen marcha atrás y han contribuido mucho más que la subida del IRPF a deteriorar el poder adquisitivo de los españoles. De la reducción de salarios que ha provocado la reforma laboral, ya ni hablamos.

Protesta contra los recortes en Educación 
 Y capítulo aparte merece la repercusión que esas rebajas fiscales van a tener sobre las comunidades autónomas, que, al tener transferido el 50 por ciento del IRPF, van a ver mermados automáticamente sus ingresos.
 Pese a lo cual a la Junta de Castilla y León le ha bastado que Cristóbal Montoro “compense” esa merma con un incremento en los anticipos de 2015 para abrazar unas medidas que acabarán agudizando aun más el desequilibrio financiero de esta comunidad autónoma. Y lo que es mas grave: la “reforma fiscal” del gobierno deja automáticamente aparcada la revisión del modelo de financiación autonómica, ese al que la Junta responsabiliza de su insuficiencia presupuestaria.

 El pasado miércoles, en el cansino discurso que abrió el debate sobre el estado de la comunidad, Juan Vicente Herrera, no ahorró calificativos para deplorar el actual modelo: “Oscuro y falto de transparencia (…), rígido y desleal, perjudicial para Castilla y León frente al modelo precedente (…), incapaz de aportar los recursos adicionales prometidos”. “Y sobre todo -remachó- insuficiente para financiar los grandes servicios públicos”, señalando que en 2014 ha supuesto un desfase de 440 millones de euros sobre el gasto de las consejerías de Sanidad, Educación y Familia. 
Pues bien, 24 horas mas tarde, la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, acudía a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera y apoyaba sin reservas una “reforma fiscal”, que, además de detraer ingresos a las arcas autonómicas, aplaza “sine die” la reforma de ese modelo de financiación tan lesivo para la comunidad de Castilla y León.

 Después de haberse pasado todo lo que va de legislatura sin parar de despotricar contra Montoro, llegada la hora de la verdad “Los 3 Sudamericanos” se tragan este sapo con la misma facilidad con que ingirieron el de la “reforma local”. Toca cerrar filas con la estrategia electoral del partido, supeditada además a intentar salvar los muebles en las próximas elecciones municipales y autonómicas. Así que les toca tragar con lo que les echen.

Pilar del Olmo, consejera de Hacienda
 Veremos cómo se las arregla la Junta para cuadrar sus Presupuestos de 2.015. De momento, ya sabemos que el techo de gasto del Estado va a reducirse en un 3,2 por ciento. ¿Cómo va a evolucionar el de Castilla y León? En 2014 ese techo se fijó en 8.614 millones de euros, que fueron 112 menos que en 2012. ¿Va a seguir cayendo en 2015 el gasto disponible de la Junta? ¿Se va a reducir por quinto año consecutivo el gasto social? No parece probable que tal cosa ocurra en año electoral y sirva de ejemplo la “magnanimidad” con la que se van a conceder el próximo curso las becas universitarias que se han negado en 2013 y 2014.

 No hace mucho la consejera Del Olmo aseguraba que venía trabajando en una serie de medidas para aumentar la recaudación sin subir los impuestos propios de la comunidad. “Hay otras formas de incrementar los ingresos sin necesidad de elevar los tributos”, decía. Ardo en deseos de conocer tamaño prodigio. Entretanto, mucho es de temer que la fórmula para contrarrestar el desplome de la recaudación y el desequilibrio presupuestario sea la de siempre: emitir cuanta deuda pública sea necesaria para cuadrar las cuentas. 
 Por el momento vamos por los 9.355 millones de euros, que son el 17,5 por ciento del PIB regional, casi el triple que hace cinco años. Pero como otras comunidades están por encima y los intereses están a la baja, o mucho me equivoco o seguiremos engordando una bola de nieve que en 2014 se ha comido la friolera de 1,360 millones, mas del 13 por ciento del Presupuesto de la Comunidad. Y el que venga atrás que arree…