Atrás ha quedado el 14 congreso del PSOE de
Castilla y León, que, como se esperaba, ha cerrado filas en torno a Luis Tudanca, reelegido por abrumadora
mayoría para un tercer mandato como secretario autonómico del partido. Un nuevo
mandato que afronta al frente de una Ejecutiva renovada que mantiene el “núcleo
duro” de la anterior, con la Delegada del Gobierno, Virginia Barcones, como vicesecretaria, y la inamovible Ana Sánchez al frente de la Secretaría
de Organización. Se recupera el cargo de presidente, que, en un gesto de
reconocimiento al socialismo leonés, recae en Eduardo Morán, titular de la Diputación leonesa.
Tudanca y Sánchez en el congreso del PSOE CyL |
Pero a nadie se le oculta que este último
objetivo se presenta ahora extremadamente difícil. El escenario político ha
cambiado sustancialmente desde aquel mayo de 2019 en el que el PSOE de Tudanca
desplazaba al PP como fuerza más votada en esta comunidad, algo inédito desde
la victoria de Demetrio Madrid en
las primeras autonómicas.
En las generales de abril de aquel año, el
PSOE de Sánchez logró una rotunda victoria sobre el PP de Pablo Casado, al que dobló en escaños (113 por 66). Los socialistas
remontaban el vuelo mientras los populares tocaban suelo lastrados por los
casos de corrupción. Y solo cuatro semanas después llegaban las elecciones
autonómicas, en las que, agotado el ciclo político de Juan Vicente Herrera, debutaba como candidato Alfonso Fernández Mañueco.
Sánchez, Tudanca, Barcones y Morán |
Historia de una frustración.- Parecía llegado el momento de una alternancia política que franqueara el paso al PSOE, máxime cuando Ciudadanos y su candidato, Francisco Igea, habían basado su campaña en una regeneración política incompatible con un PP 28 años apalancado en el gobierno autonómico y con una mochila cargada con los casos de corrupción actualmente judicializados.
Pero a la pulsión de cambio de ciclo político
se interpuso el despechado liderazgo de Albert
Rivera, partidario de un pacto con el PP que daba al traste con la
alternancia política que pedía a gritos esta comunidad. Igea se plegó a ese designio
y el resultado fue el gobierno de coalición PP-C´s que nos ha traído hasta
aquí.
Mañueco y Tudanca el pasado sábado en León |
De ese viento de cola favorable al PP se ha
beneficiado y mucho Fernández Mañueco, quien pese a venir gobernando sin
mayoría parlamentaria desde la fallida moción de censura socialista, se ha
fortalecido en la presidencia de la Junta y ha reducido a su socio de gobierno
a mero cautivo de un posible adelanto electoral que certificaría su defunción
política. Ello al tiempo que ha pactado con los escindidos del PP de Ávila la
aprobación del Presupuesto de Comunidad para 2.022.
Mañueco, con todo a favor.- Desde ese rearme institucional y enterrada el hacha de guerra en Génova, la figura política de Mañueco ha dado un salto en el ámbito nacional, alcanzando un status de influyente barón territorial del que carecía, sin que las sombras de la pasada corrupción de la Junta afecten a esa proyección.
¿En manos de Moreno Bonilla? |
Este es el panorama
hoy y no variará sustancialmente en el caso de que se agote la Legislatura. Haya
adelanto electoral o no, lo de Tudanca constituye misión poco menos que
imposible.
De otro parte, el atajo de una hipotética segunda
moción de censura ha quedado completamente cegado. Y para mayor inri constituye
la coartada que necesita Mañueco para justificar un adelanto electoral que
puede venir de la mano de Andalucía, donde Moreno
Bonilla, una vez que le han tumbado los Presupuestos, espera el momento
oportuno para pulsar el botón.
(Publicado en elDiario.es Castilla y León)