Si en el país transalpino el sistema democrático se encuentra en situación catatónica, pienso yo que la responsabilidad no será de quienes acuden a las urnas, ni de ningún líder emergente, por estrafalario que resulte, sino de los políticos que tanto desde el gobierno como desde la oposición llevan décadas degradando la democracia italiana.
Merkel y Mon |
Quienes no se resignan a admitir la crisis de
la política tradicional se lamentan de que las elecciones dejan a Italia en una
situación ingobernable. ¿Qué entienden por ingobernable? ¿No lo ha venido
siendo Italia desde la descomposición de la democracia cristiana a raíz de sus
conexiones con la Mafia? Pero si la mayor estabilidad que ha conocido en
décadas ha venido precisamente de la mano de un personaje tan abyecto como
Berlusconi…
Beppe Grillo |
Por eso es lógico que ni al PP ni al PSOE les
haya gustado nada lo ocurrido en Italia. En realidad, el comportamiento
electoral de los italianos encaja bastante con esos sondeos del CIS que
reflejan un desplome electoral simultáneo y sostenido de los dos principales
partidos españoles. El incumplimiento de sus promesas electorales, la huida
hace el abismo a que conducen sus políticas austericidas y el tufo a corrupción
orgánica que se desprende del “caso Barcenas” sitúan al PP ante un sombrío
horizonte.
Y a estas alturas queda claro que no va a ser
el PSOE el que capitalice ese gran descontento ciudadano. Entre otras cosas,
porque dicho descontento corresponsabiliza de la situación al anterior gobierno socialista, del que
Rubalcaba ha sido nada menos que numero dos. Sin contar contratiempos
sobrevenidos como el cisma abierto con los socialistas catalanes.
La
incapacidad de PP y PSOE para afrontar las catarsis que ambos necesitan hace
presagiar el fin del bipartidismo imperante en España desde la restauración
democrática, lo cual, como el resultado de las elecciones italianas, tampoco
será ninguna tragedia. Y ya veremos donde acaban los millones de votantes
decepcionados que hoy por hoy no tienen decidido pasarse ni a UPyD ni a IU.
Afortunadamente,
no hay asomo de que surja por aquí nada parecido al berlusconismo. No está tan
claro sin embargo que no pueda cuajar algo similar al movimiento “5 estrellas”. En
el fondo, dejando a un lado a su histriónico lider, el voto
aglutinado por Grillo no creo que difiera mucho del simpatizante del 15-M y sus
diferentes secuelas, de la plataforma
contra los desahucios y demás mareas ciudadanas de todos los colores que se
rebelan contra el desmantelamiento del Estado de Bienestar.
Entretanto, los ejemplos de esa “vieja
política”, que dice Grillo, nos inundan cada día. En España y en Castilla y
León.
El mismo día que en Valladolid se celebraba el cumpleaños del Estatuto, Ponferrada se despertaba con una moción de censura muy propia de esa forma de
hacer política que antepone intereses a principios. Es verdad que no es un caso
de trasfuguismo, pero ¿qué pinta el PSOE pactando con un grupo independiente
escindido del PP, cuyos espúreos intereses se adivinan a kilómetros? ¿Son
conscientes los socialistas del mensaje que transmite un pacto de esa
naturaleza, negociado para mayor inri con un personaje con los antecedentes de
Ismael Álvarez? ¿Cree el PSOE que ese es el camino para recuperar la confianza del
electorado que le ha abandonado?
Pacto contra natura en Ponferrada |
Y qué decir del PP de Castilla y León. ¿Cómo
puede afirmarse, en relación con la actual desconfianza del pueblo en las instituciones y en sus representantes, que vivimos "la agitación y la movilización de los que pretenden conseguir la subversión del sistema establecido”. La cita no es de hace 40 años, cuando los grises disolvían las
manifestaciones antiifranquistas. Forma
parte del discurso institucional leído el pasado lunes en el hemiciclo de las
Cortes. En estas manos estamos.
elblogdepedrovicente@gmail.com
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