Hace nada llegaron a un principio de acuerdo para mantener una posición común en torno al modelo de financiación autonómica, asunto que no toca revisar hasta el próximo año. Y esta misma semana han firmado otro acuerdo para defender una postura de comunidad sobre la reforma de la Política Agraria Común pendiente de ultimar en Bruselas. No es que este tipo de acuerdos garanticen nada en esos foros multilaterales, pero indudablemente es preferible acudir a ellos compartiendo desde aquí los intereses a defender.
Óscar López en su escaño de las Cortes |
Su conocida debilidad por la foto le llevó a
López a firmar esos y otros pactos –alguno de ellos secreto- de resulta de los cuales los
socialistas han compartido la responsabilidad de los correspondientes
fracasos, permitiendo que la Junta saliera de
rositas. El PSOE partía de la base de
que participar en pactos de comunidad reforzaba su imagen como alternativa de
gobierno, pero el resultado era justamente el contrario: desdibujaba su perfil
como oposición y exoneraba al PP del desgaste de su acción de gobierno.
Lo peor es que deja López las riendas del
partido en Castilla y León y su sucesor, Julio
Villarrubia, en lugar de escarmentar en cabeza ajena, nada mas llegar entra
en el juego de la Junta
y firma un conjunto de acuerdos, el conocido pacto de la Coronita, si cabe mas
nefasto que todos los anteriores. Un pacto que ha llevado a los socialistas a
avalar una regresiva y torticera reforma de las instituciones de consulta,
fiscalización y control de la comunidad (Consejo Económico y Social, Consejos
Consultivo y de Cuentas y Procurador del Común).
Que ha dejado manos libres a la
Junta para recrear a su antojo el tinglado de empresas,
fundaciones, entes y demás chiringuitos públicos que succionan de la ubre
presupuestaria a modo de Administración B. Y que ha invertido los 30 millones
procedentes de una vergonzante amnistía fiscal en un birrioso plan de empleo
(una especie de “minijobs” de seis meses) que, como se ha visto, no ha atajado
en absoluto la escalada del paro en Castilla y León.
Mesa del Diálogo Social (Junta-Sindicatos-Patronal) |
Se trataría
de destinar prioritariamente al fomento del empleo el suplemento presupuestario
del que va a disponer la Junta
al revisarse al alza el techo de déficit fijado inicialmente para 2013. Sin descartar,
en función de la cuantía final con que se cuente, la recuperación de una parte
de los centenares de millones de gasto social (Educación, Sanidad, Dependencia, etc.) recortado estos últimos años en Castilla
y León. A expensas de la “asimetría” -que la va a haber- en la asignación del nuevo déficit
a las comunidades autónomas, dicha cuantía en ningún caso va a ser inferior a
los 300 millones de euros, que, bien empleados, pueden dar para mucho. Incluso
también para rescatar es malogrado Plan de Convergencia Interior, con el que de paso se podría recuperar un mínimo de inversión pública.
Como no podía ser de otra manera, Juan
Vicente Herrera se ha mostrado receptivo hacia ese posible pacto. No podía ser
de otra manera porque lleva semanas pregonando a los cuatro vientos que es
partidario de combinar las políticas de estabilidad y ajuste presupuestario con
las de estímulos al crecimiento y el empleo. Porque lo que propone López es lo
mismo que vienen demandando UGT y Comisiones Obreras, así como la propia
patronal CECALE. Y porque, resulte como resulte el acuerdo, la Junta volverá a salir
ganando: Si sale bien, será la primera en rentabilizarlo; si sale mal, de nuevo
el fracaso será compartido y nadie podrá exigirle ninguna responsabilidad
(tampoco IU, que presumiblemente su sumará al acuerdo). Con la contrapartida
añadida de que mientras se sucede la negociación, la oposición se abstiene de
ejercer como tal y afloja todavía más el pistón con la excusa de no poner en
peligro el acuerdo.
Juan Vicente Herrera en su escaño del banco azul |
Es de esperar que la bicéfala dirección del
PSOE de Castilla y León haya aprendido de las pifias del pasado y no
vuelva a firmar en barbecho acuerdos que a la postre tan solo benefician a la Junta y al Partido Popular.
Sería el colmo que López y Villarrubia volvieran a tropezar por enésima vez en
la misma piedra. Ya que son incapaces de ejercer con alguna eficacia su labor
de oposición, a ver si al menos esta vez consiguen firmar un pacto provechoso
para la comunidad. Toquemos madera.