Antes de desplegar la alfombra para que Rajoy entrara con mayoría absoluta en La Moncloa, Zapatero pactó con su sucesor esa ignominiosa reforma exprés de la Constitución que en parte legitima el servíl acatamiento del PP a los dictados impuestos por Merkel y la troika. Un implacable ajuste neoliberal que además encaja como anillo al dedo con el programa oculto de la FAES, el faro ideológico desde el que Aznar orienta el rumbo a seguir.
Rajoy en su versión plasma |
Tras
oficializarse la cifra de 6.200.000 parados, se ha alzado un clamor social y
político contra el “austericidio”. Pero Rajoy sigue decidido a circular por el carríl contrario pase lo que pase, sin importarle que el riesgo de
catástrofe social esté a la vuelta de cualquier curva. Sin embargo, no todos en el PP comparten esa estrategia suicida, que solo conduce a agudizar la recesión y ladestrucción de empleo. Determinados presidentes autonómicos no ocultan su incomodidad ante la
degradación de los servicios públicos esenciales (Sanidad, Educación,
Dependencia, Protección Social, etc.) que les toca administrar. No se sabe
cuanto de sinceridad y cuanto de impostura oportunista hay en esa
discrepancia, manifestada con toda rotundidad por Juan Vicente Herrera,
partidario ahora de combinar los ajustes con medidas de estímulo que incentiven el
crecimiento económico y la creación de empleo.
¿Es posible
desde el ámbito competencial de una comunidad autónoma aplicar medidas contra
la crisis fuera del catón neoliberal que nos está sepultando? No solo es posible,
sino que, dada la contumacia del gobierno Rajoy, empieza a ser imprescindible.
Lo viene haciendo, pese a todos los obstáculos, la Junta de Andalucía, con actuaciones
tan decididas como el decreto de expropiación temporal de viviendas con destino
a las familias desahuciadas, medida que por cierto no se ha atrevido a recurrir
el gobierno central ante el Tribunal Constitucional. Otro ejemplo andaluz,
boicoteado obscenamente por el ministerio de Sanidad, fue el del concurso
convocado para la compra centralizada de medicamentos, que suponía un
multimillonario ahorro en la factura farmaceútica, algo poco menos que intolerable para la ministra Mato.
J.V. Herrera en el pasado congreso regional de UGT |
Y asimismo a contracorriente del gobierno Rajoy fue el impuesto sobre los depósitos bancarios creado en Andalucía, Canarias y Extremadura -esta ultima gobernada por el PP- “contraprogramado” después por el Ministerio de Hacienda, que, eso sí, tendrá que compensar a esas tres comunidades con lo que dejen de recaudar por ese concepto.
No vamos a esperar de Juan Vicente Herrera
tamañas osadías. Pero ya que se va a elevar al alza el déficit fijado a las
comunidades autónomas para 2013, miren por donde la Junta va a disponer de
margen para llevar a la práctica esos incentivos al crecimiento económico y a
la creación de empleo que su presidente predica. Solamente con que el déficit pase
del 0,7 al 1,2 fijado en principio, Castilla y León dispondrá de un “suplemento
presupuestario” de 275 millones de euros. Y si el nuevo techo se elevara hasta
el 2 por ciento, como pide la consejera de Hacienda, esa cantidad sobrepasaría
los 700 millones de euros.
Con esa disponibilidad de recursos a la vista
y 262.600 parados en la comunidad, ya esta perdiendo tiempo el presidente Herrera no convocando con urgencia ese gran pacto regional por el empleo y el crecimiento económico que le están reclamando los
sindicatos y la patronal, como debería estar haciendo ya la oposición, que para
eso apoya incondicionalmente a la
Junta en su reivindicación de una mejor financiación
autonómica por parte del Estado. Se puede hacer otra política en esta
comunidad. Claro que se puede. Es tan sencillo como que el presidente de la Junta pase de las palabras a
la acción. Así de sencillo y mucho me temo que así de improbable.