jueves, 30 de mayo de 2013

Rosell, como un libro abierto

 Me refería en mi entrada anterior al manipulador lenguaje con el que se pretende camuflar el expolio social del estamos siendo objeto los españoles. Y la causalidad ha querido que se diera un garbeo por estos lares el presidente de la patronal, Joan Rosell, quién nos ha prestado el impagable servicio de disipar cualquier duda que pudiera quedar al respecto.



A diferencia de los políticos, lo bueno que tienen los dirigentes empresariales es que no se andan con dobleces y, como además son insaciables -la reforma laboral todavía no les ha satisfecho del todo-,  no se cortan un pelo. En concreto Rosell se explica como un libro abierto. La colección de “perlas” que ha dejado a su paso por el Foro Económico de “El Mundo de Castilla y León” da para un collar de varias vueltas, de esos que tanto le gustaba echarse al cuello a doña Carmen Polo, la sufrida esposa del dictador.

Rosell, en el foro de "El Mundo"
Al presidente de la CEOE le parecen insuficientes los hachazos aplicados por el gobierno del PP a la Educación y a la Sanidad. El patrón de patrones es partidario de “industrializar” la Sanidad, es decir, gestionarla con un criterio puramente mercantil. Que viene a ser lo que tiene en marcha la Comunidad de Madrid, cuya aplicación conduce al enfermo rentable hacia el negocio privado y al enfermo "deficitario" hacia un sistema público cada vez peor dotado.

 Sobre la Educación Rosell no es tan mercantilista más que nada para no entrar en competencia con la Iglesia, que, amén del capítulo doctrinario, tiene ahí un importante nicho de negocio. Pero, no contento con la brutal subida de las tasas y con la reducción de las becas, aboga por endurecer el régimen de la Universidad pública, a ver si así van siendo rentables las tropecientas universidades privadas que han proliferado como setas en los años de la burbuja inmobiliaria.

 Y sobre las pensiones, el otro gran pilar del Estado de Bienestar, el presidente de la patronal no puede ser mas coherente. Es partidario de una reforma “hecha con la calculadora”. Se supone que con la misma calculadora empleada por el actual gobierno para reducir el gasto publico en Educación, Sanidad y Dependencia.
 Hace poco más de dos años que el propio Rosell firmó, junto a UGT y CC.OO., la reforma del gobierno Zapatero, que ya pegaba un buen tajo a las futuras pensiones. Pero eso ya se ha quedado corto y según el “factor de sostenibilidad” que ahora manejan hay que recalcular. Mensaje para los que tienen la suerte de trabajar y por ende cotizan a la Seguridad Social: Las pensiones públicas del futuro van a ser una auténtica birria, ergo ya están perdiendo tiempo los que puedan en suscribir planes  privados, lo cual agradecerán las aseguradores y ayudará a reflotar a la banca, que no ha tenido bastante con los 40.000 millones de euros públicos destinados a su saneamiento.

 
Terciado y Aparicio, ante la sede de CECALE
La verdad es que Rosell estuvo el otro día sembrado. Otra “perla” suya fue la de lamentarse de la imagen social que tienen los empresarios. “En los libros de texto -dijo- salimos gordos, con puro y chistera, mientras que en otros países veneran al empresario”.

Tiene razón el presidente de la patronal en que la inmensa mayoría de los empresarios españoles no responden ya a ese estereotipo. Pero al parecer no se ha percatado de que uno de los que se ajustan plenamente a ese retrato ha sido su antecesor, Gerardo Díez Ferrán, entrullado en la cárcel de Soto del Real. Y no por ser gordo, llevar chistera y fumar puros, sino como presunto responsable de un rosario de delitos penales, societarios y mercantiles muchos de ellos cometidos mientras presidía la CEOE con Rosell en una de las vicepresidencias. Y tampoco anda nada lejos de ese estereotipo el todavía presidente de la patronal madrileña y asimismo vicepresidente de CEOE, Arturo Fernández, imputado como ex consejero de Bankia e investigado por presunto pago en negro a los trabajadores de su emporio hostelero (especializado, por cierto, en adjudicarse contratas públicas).

Supongo que teniendo al lado a Jesús Terciado, otro de los actuales vicepresidentes de la CEOE, no hará falta explicarle a Rosell las trifulcas internas y la insostenible situación económica que ha sufrido -y todavía sufre- CECALE, la patronal regional. Digo yo que estará al tanto de esas trapisondas  y del agujero financiero generado por gastarse lo que no tenían en una pretenciosa sede, o sea, justamente por querer vivir por encima de sus posibilidades. Como además el sucesor de Terciado, Santiago Aparicio, le habrá puesto al día, me ahorro entrar en detalles.

 
Pedro Palomo
En lo que no estuvo del todo convincente fue al referirse a la coexistencia de las patronales provinciales y las Cámaras de Comercio. De otra forma Rosell no habría puesto el ejemplo que puso para descartar una posible unificación, asegurando que sería como unir al Real Madrid y al Fútbol Club Barcelona. Tan distintos y distantes no deben ser las patronales y Cámaras cuando en más de un provincia de Castilla y León sus titulares son los mismos. Sucede en Salamanca y Segovia, donde Juan Antonio Martín Mesonero y Pedro Palomo, personifican el imposible metafísico de ser al tiempo merengues y culés...

Juan Antonio Martín Mesonero
 Y ya que saco a colación a los susodichos, también es curioso un tercer rasgo común que han compartido Martín Mesonero y Palomo. Me refiero a su condición de consejeros de sendas cajas de ahorro, el primero de Caja Duero-Caja España y el segundo de Caja Segovia, lo que les ha reportado a ambos generosas prebendas de unas entidades financieras que ellos mismos, por acción u omisión, han contribuido a quebrar.

Durante los años en los que ha sido consejero (dimitió hace unos meses, cuando ya se había suprimido el cobro de dietas) Martín Mesonero se ha embolsado por dicho concepto un total de 151.880 euros. Y Pedro Palomo, además de participar en los viajes gratis total a todo trapo que esta semana detalla la revista "Interviú”, se ha beneficiado de crédito preferencial por importe superior a los 10 millones de euros, cuya concesión, según una reciente denuncia judicial de la UPyD, fué ocultada por la caja al organismo regulador. Con el ejemplo que ofrecen dirigentes empresariales de esta catadura, todavía se extraña Rosell de la mala imagen social que sigue arrastrando la figura del empresario...