Ana Mato, Cristóbal Montoro y Fátima Bañez |
Hace falta tomarnos por imbéciles para
asegurar, por ejemplo, que los Presupuestos Generales de 2014 están concebidos
para impulsar la recuperación económica. Unos Presupuestos que meten la mano en
la cartera de los pensionistas, que vuelven a congelar el salario a los
empleados públicos, que mantienen unas subidas impositivas que dijeron que iban
a ser temporales, que reducen el gasto disponible de los ministerios y por ende
la inversión pública… Pues lo dicen y se quedan tan oreados, haciéndole trampas
al solitario. Después no se cumplirán las expectativas y le echarán la culpa al
maestro armero.
El AVE relega a las Autovías.- Y como cada mes octubre, asistimos estos días
al rifirrafe político de los partidos acerca de las inversiones previstas por
el Estado en Castilla y León en estos nuevos Presupuestos. Un debate estéril y
cansino que para empezar está viciado de raíz, ya que el hecho de que una obra
o actuación esté presupuestada no garantiza que en la práctica vaya a
ejecutarse. Dicho de otra forma: Entre lo que se presupuesta y lo que se
ejecuta hay casi el mismo trecho que del dicho al hecho (y esto vale lo mismo para
el Estado que para la Junta).
Esto de entrada. En segundo lugar, la inversión pública del Estado en esta
comunidad lleva años sobredimensionada por las obras del AVE, lo que hace
engañosa su cuantía y distorsiona su evolución anual y su distribución provincial.
Viaducto del AVE en el tramo Olmedo-Zamora |
Y la gran carencia de los nuevos Presupuestos
del Estado es que en ellos no hay ni rastro de las dos autovías absolutamente
estratégicas para vertebrar de una vez Castilla y León: la autovía del Duero
(Valladolid-Soria) y la autovía Valladolid-León. La ministra de Fomento, Ana Pastor, que el pasado martes
inauguraba el tramo entre la capital vallisoletana y Villanubla, calificaba la A-60 como “la autovía del
bochorno”. Se refería a que el actual gobierno heredó sin la suficiente
financiación las obras de ese tramo, que habían sido adjudicadas hace seis
años. Seis años para ejecutar 17 kilómetros de autovía sin especial
dificultad en su trazado es un plazo ciertamente desproporcionado. Pero de lo
que no dijo ni pío la ministra es de los 90 kilómetros que
restan entre Villanubla y el tramo de autovía iniciado desde la capital leonesa,
cuyas obras siguen por cierto empantanadas a causa del yacimiento arqueológico
de Lancia.
Ana Pastor inaugurando los primeros 17 km. de la A-60 |
30 años después de constituida la comunidad de
Castilla y León, las dos autovías mas importantes para su vertebración
territorial no constituyen prioridad para el gobierno Rajoy. Y ese es el
agujero negro de la inversión del Estado en Castilla y León. Una carencia que
deja más en entredicho que nunca el dineral que en su día se gastó la Junta (mas de 400 millones
de euros) en otra autovía, la
León-Burgos, infinitamente menos prioritaria. Y conste que el
responsable de ese derroche no fue el actual presidente, sino su antecesor, el
ínclito Juan José Lucas. Como es
sabido, la “obra cumbre” con la que se ha cubierto de gloria Juan Vicente Herrera no ha sido ninguna
autovía, sino el nuevo Hospital de Burgos. A cada cual lo suyo.
elblogdepedrovicente@gmail.com 3-10-2013