Habría
que remontarse al siglo pasado, y creo saber de que hablo, para encontrar un
panorama político tan dinámico en Castilla y León. Concretamente tendríamos que
retrotraernos a 1987, el año en el que el PSOE y la entonces Alianza Popular
empataron a escaños en las elecciones autonómicas y la tercera fuerza política,
el CDS de Adolfo Suárez, se erigió en árbitro de la gobernabilidad
política en la comunidad y en buena parte de sus principales ayuntamientos.
Entonces el CDS sucumbió al abrazo del oso de José María Aznar, al que proporcionó el trampolín que buscaba para suceder a Fraga al frente de la derecha española. 32 años después, y a tenor de las encuestas, todo indica que tras las elecciones autonómicas el 26 de mayo ese papel político arbitral recaerá sobre Ciudadanos, que, salvo gran sorpresa, se convertirá en la tercera fuerza política en Castilla y León. La diferencia es que, pese al pacto a la andaluza y su manifiesta hostilidad hacia el PSOE de Pedro Sánchez, todo indica que el partido naranja está decidido a apostar por la alternancia política en Castilla y León.
Silvia Clemente |
Francisco Igea |
De tal forma que me reafirmo en lo expresado aquí la pasada semana. Si el PP de Fernández Mañueco no consigue sumar con Vox la mayoría absoluta (41 procuradores) en el próximo Parlamento autonómico, el cambio de signo del próximo gobierno estará servido: PSOE y Ciudadanos gobernarán en coalición
Gane quien gane las primarias en disputa entre Silvia Clemente y Francisco Igea, Ciudadanos saldrá del trance claramente reforzado y habrá dejado atrás el encefalograma plano que presentaba hasta el pasado 21 de febrero, fecha en la que la ex presidenta de las Cortes rompió con el PP y dejo su cargo para postularse como candidata del partido naranja a la presidencia de
Desde entonces y hasta el fin de semana, en que se sustanciará la pugna entre Clemente e Igea, Ciudadanos sufre una convulsión interna que le ha sacudido de la modorra en que se encontraba, muy propicia para que Vox le arrebatara buena parte del aluvión de votantes defraudados por el PP que en su momento decidieron refugiarse en el partido de Albert Rivera.
Juan Manuel Sánchez Cabrera |
A diferencia de Clemente, que renunció al instante a su cargo de presidenta de las Cortes y al escaño de procuradora por Segovia, Sánchez Cabrera pretende continuar como si tal cosa presidiendo
Pilar del Olmo y Juan Vicente Herrera |
¿Que gana Mañueco “protegiendo” de manera
tan impúdica al presidente “pato cojo” de la Junta y a la consejera de Hacienda de su gobierno
“zombi”, Pilar del Olmo, precisamente dos de los que menos disgusto se
llevarán si el PP en Castilla y León se pega un gran batacazo en las elecciones autonómicas del 26-M? Antes al contrario, con su actitud encubridora de la galopante corrupción
que embadurna la gestión de Juan Vicente Herrera, el candidato del
PP a sucederle alimenta la perentoria
necesidad de “regeneración democrática” con la que Ciudadanos justificará su
apuesta -siempre, claro está que la aritmética lo permita- por una alternancia
de gobierno en esta comunidad. Y en esto creo que va a dar igual que sea
Clemente o Igea quien encabece el cartel naranja.