martes, 18 de mayo de 2021

Impasible el ademán

A medida que avanzan las fechas se desvanece la posibilidad de unas elecciones autonómicas anticipadas al rebufo de la resonante victoria de Isabel Díaz Ayuso en las celebradas en Madrid. La hipótesis de un triple adelanto electoral en Andalucía, Castilla y León y Murcia ha estado sobre la mesa en Génova, donde un eventual triunfo electoral en esas comunidades reforzaría su mantra del imparable cambio de ciclo político que conducirá a Pablo Casado a La Moncloa.

Casado y Mañueco el día que fracasó la moción de censura
 Juan Manuel Moreno Bonilla ha sopesado seriamente ese adelanto electoral, lo mismo, por más que lo niegue, que Alfonso Fernández Mañueco, al que unos comicios anticipados le reportarían evidentes y múltiples ventajas. Sin embargo, a fecha de hoy el calendario situaría unas elecciones anticipadas, como pronto, el domingo 11 de julio, en plena desbanda veraniega, lo que induce a pensar que la posibilidad se ha descartado. Ello no quiere decir que esa bala de plata no se cargue en el tambor del revólver más adelante, por ejemplo en otoño, cuando el avance de la vacunación habrá desmontado la contraindicación de adelantar elecciones en plena pandemia.

 Entretanto, sorprende la pasividad de Fernández Mañueco, impasible tras la pérdida de una mayoría absoluta que ya le ha ocasionado algún revés y que amenaza seriamente la estabilidad de su gobierno. Salvo que el PP esté manteniendo contactos paralelos con Vox, de lo que no se tiene noticia, sorprende que haya sido el PP quien ha paralizado la negociación emprendida con el Partido por Ávila (XAV) a fin de restablecer la mayoría absoluta perdida en las Cortes por el bloque PP-Ciudadanos.

Blanco (Familia), Casado (Sanidad), Quintana e Igea

El próximo contratiempo va a ser la constitución de la comisión de investigación que se ocupará de esclarecer los letales efectos de la pandemia en las residencias de ancianos, donde el Covid se ha cobrado 4.062 vidas (buena parte de ellas de residentes que a los que se les privó del derecho de recibir asistencia hospitalaria).

  A no ser que se mantenga vigente el compromiso asumido en su día con Inés Arrimadas de desalojar de la Junta al “trío de la bencina” (Igea-Casado-Amigo) no se comprende la pachorra del presidente de la Junta.

 Es cierto que Mañueco está imponiendo a pasos agigantados su postura favorable a relajar las restricciones anti Covid y que el cierre del interior de bares y restaurantes en municipios con más de 150 casos tiene los días contados. Pero al mismo tiempo sigue siendo incapaz de moderar los impulsos pendencieros del vicepresidente de la Junta, que la semana pasada arremetía contra el Procurador del Común, Tomás Quintana, quien ha tenido la osadía de certificar negro sobre blanco la negligente -yo diría que temeraria, si es que no directamente dolosa- actuación de la Junta respecto a las residencias de ancianos.

Luis Tudanca
 ¿Acaso piensa Mañueco que los continuos ex abruptos de Igea no tienen ningún coste político para el presidente que los consiente y no los desautoriza? ¿Piensa que para los alcaldes, hosteleros y demás damnificados por las veleidosas restricciones de la Junta -el caso de Aranda de Duero clama al cielo- no comportan ninguna responsabilidad del presidente de la Junta? A juzgar por su actitud, se diría que sí.

 Pero las preguntas van más allá. ¿Cree el presidente que con haber complacido a las grandes fortunas familiares de la comunidad con la práctica eliminación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones ha cumplido ya todos sus objetivos de gobierno? ¿Cree que puede mantener tal cual su actual gobierno de coalición con un partido zombi en vías de extinción?

 Sí así lo cree y sigue sin reaccionar, lo más probable es que en marzo de 2022 se encuentre con una nueva moción de censura del PSOE. Y si ello se produce, puede que Luis Tudanca no tenga tan difícil encontrar los apoyos que no pudo sumar en la ocasión anterior.

(Publicado en elDiario.es Castilla y León)