Después de las turbulencias de los últimos meses -confundieron los deseos con la realidad esos que proclamaron que había salido fortalecido tras la fallida moción de censura- el presidente de la Junta vive momentos tranquilos, que podían serlo todavía más si el vicepresidente, el desaforado Igea, no se afanara en crispar la vida política en esta comunidad autónoma.
Firma de acuerdos del Dialogo Social anteriores a la pandemia |
Aparte de que, gracias a la vacunación, la
pandemia remite sin vuelta atrás, la situación a Alfonso Fernández Mañueco se ha aliviado en el doble frente que
tenía abierto: su gestión en la Junta y el hostigamiento con el que le ha
estado obsequiando la cúpula nacional del PP. En el primer frente, esta semana
se reconcilia con el Diálogo Social, firmando con patronal y sindicatos un
importante bloque de acuerdos entre los que figura el nuevo Plan Regional de
Empleo. En otro tiempo, esto no sería noticia, ya que iba de suyo. Pero tras la
guerra declarada por el susodicho Igea a los agentes sociales, lo es, y
constituye todo un bálsamo para un gobierno que no podía seguir permitiéndose
ese enfrentamiento. Por lo demás, se presenta como un gran éxito lo que debería
haberse firmado hace ya unos cuantos meses.
En el plano interno del PP, Génova ha levanto
el pie del cuello de Fernández Mañueco, al que no buscará alternativa en el
congreso del PP de Castilla y León previsto para el próximo otoño, despejando así
en principio su camino para volver a encabezar el cartel en las elecciones
autonómicas de 2023 (o de antes, si en otoño se produjera un adelanto electoral
no descartable).
Fernández (Podemos) y Tudanca (PSOE) |
Flirteo con Vox.- Más allá de este último revolcón -ganado a pulso por la negativa de la consejería de Educación a disponer medidas de conciliación laboral durante los meses de junio y septiembre- lo ocurrido en esa sesión plenaria resulta muy significativo acerca de la negociación que mantienen PP y Vox (Raúl de la Hoz y Jorge Buxadé) después de que los populares suspendieran sine die la que habían iniciado con el Partido por Ávila.
En un momento inoportuno hasta decir basta,
con media docena de mujeres asesinadas en un plazo record, PP y Ciudadanos se
opusieron, con un par, a la Proposición del grupo socialista de modificar la
Ley de Violencia de Género de Castilla y León (2010) para actualizarla y
adecuarla al Pacto de Estado suscrito en 2016. Su oposición –sustentada en un
informe de la Junta aprobado en el Consejo de Gobierno celebrado el 6 de mayo,
fecha en la que ya se había interrumpido la negociación con el partido
abulense- ha supuesto todo un guiño hacia la formación ultra, cuya procuradora
aportó lógicamente el voto que les faltaba a PP y Ciudadanos para tumbar la
iniciativa.
En justa correspondencia, la procuradora Fátima Pinacho evitó con su abstención la
“reprobación” parlamentaria que hubiera sufrido el lenguaraz Igea de haberse
aprobado la iniciativa conjunta de PSOE y Podemos, que exigían a la Junta que
se retractara pública y oficialmente de las críticas del vicepresidente al
Procurador del Común.
Ambas votaciones reflejan el acercamiento
entre ambos partidos, que sin embargo no suscribirán un acuerdo estable que
garantice estabilidad al gobierno Mañueco. Los estrategas nacionales de Vox no
quieren atarse las manos con un acuerdo de ese tipo. Quieren tenerlas libres
porque su estrategia pasa por provocar unas elecciones anticipadas en Andalucía
y aquí que les permita reemplazar a Ciudadanos como socio de gobierno del PP en
ambas comunidades.
En función de
ese objetivo alternarán acuerdos puntuales y discrepancias estridentes, como la
que dio al traste la pasada semana con la nueva Ley del Suelo promovida por el
gobierno de Moreno Bonilla. Y
tampoco está dispuesta Vox a que su procuradora haga de caballo de Troya para
frustrar la comisión de investigación sobre las residencias de ancianos que PP
y C´s desearían volver a abortar.
Entretanto, Igea a lo suyo, que es seguir
haciendo méritos ante el PP buscando desesperadamente cualquier excusa, o
inventándosela, para arremeter contra el gobierno socialista Luis Tudanca hace tiempo que no entra a
su trapo y el Delegado del Gobierno, Javier
Izquierdo, ya le ha dejado claro que tampoco va a caer en la trampa de
seguirle el juego en su denigrante y soez escalada política.
(Publicado en elDiario.es Castilla y León)