jueves, 9 de enero de 2025

El topillo/ Perla Negra: Y la montaña parió un ratón...

"Perla Negra"(soluciones empresariales, sobre todo para algunos
  Después de mas de diez años de instrucción, el aplazamiento durante otro año más del juicio por una bochornosa negligencia judicial, 21 sesiones de vista oral y ocho meses, ocho, para redactar la sentencia, la Audiencia Provincial de Valladolid ha parido un ratón tan chiquitín como el que tenía Susanita en la canción de los Payasos de la Tele, que originalmente también eran tres (GabyFofó y Miliki; Milikito llegó después), como los magistrados de la Sala de lo Penal que han sentenciado el caso "Perla Negra & Pufos Asociados" (asociados entre sí y la consejería de Economía titularidad del fallecido Tomás Villanueva con Juan Vicente Herrera presidiendo la Junta).

 Mentiría si me declaro sorprendido por tamaña laxitud en la interpretación de la ley, cuyos fundamentos jurídicos serán tan sólidos como los que hubieran avalado las penas solicitadas por la fiscalía o las demás acusaciones. El Derecho es lo que tiene: se puede retorcer y moldear como la plastilina, mayormente en beneficio de los delincuentes de cuello blanco. La verdad es que esperaba una sentencia parecida, si acaso no tan indulgente con unos políticos y altos ejecutivos de la Junta pringados hasta las cejas en una trama de corrupción urdida desde una consejería cuyo máximo responsable pasó a otra vida antes de que pudiera ser encausado. Unos políticos corruptos hasta la médula -así lo constata, pese a todo, el fallo judicial- que cometieron la villanía de echar el muerto al ídem en un intento de salvarse de la quema, cosa que al final, gracias a la indulgencia togada, casi han logrado.

Rafael Delgado

 Los dos grandes “consiglieris” del gran capo se van prácticamente de rositas. Rafael Delgado es el único político de la trama condenado a prisión, dos años y seis meses, ni siquiera la cuarta parte de los 11 solicitados por el fiscal. Y Begoña Hernández, para la que la fiscalía solicitaba la misma pena de prisión, ha sido despachada con 2 años y dos meses de inhabilitación, pena que no le impedirá seguir ejerciendo en la consultaría dedicada al asesoramiento empresarial (Dios me libre pensar en el tráfico de influencias) creada, previa puerta giratoria en KPMG, después de su imputación en esta causa.

Del rosario de delitos imputados a ambos exviceconsejeros, a Delgado sus señorías togadas tan solo le han encontrado responsable de un delito de malversación de caudales públicos y de otro de prevaricación administrativa continuada. Para mayor vergüenza de la propia Judicatura, se ha beneficiado del atenuante de dilación indebida y ha sido absuelto de todos los demás cargos (tráfico de influencias, fraude a la Administración, cohecho, organización criminal y actividad prohibida). Lo peor para Delgado, que previsiblemente no ingresará en prisión, es que ha sido condenado solidariamente con los empresarios beneficiados en la trama a indemnizar a la Junta con algo más de 6,5 millones de euros.

Begoña Hernández
Por su parte, Hernández, igualmente beneficiada por ese bochornoso atenuante, ha sido absuelta de todo lo suyo, salvo de la prevaricación continuada, siendo condenada únicamente a la citada inhabilitación, misma pena que ha recaído sobre el tercer político encausado, el exconsejero delegado de Gesturcal, Juan Carlos Sacristán.

A Hernández no se le impone ninguna pena económica para resarcir a la Junta de los perjuicios financieros causados, cifrados por la fiscalía en más de 16 millones de euros. Delgado y Hernández llevan años desvinculados de la Junta, el primero dedicado a administrar su patrimonio y la segunda ejerciendo el antedicho asesoramiento empresarial. El funcionario Sacristán es el único que sigue vagando, cual alma en pena,  por las dependencias de la Administración Autonómica.

Menos indulgente ha sido la Sala de lo Penal con los supuestos corruptores que con los políticos corruptos. Seis de los empresarios beneficiarios de la trama -hubo más, pero no se han sentado en el banquillo- han sido condenados a penas de entre 7 y 11 meses de prisión por delitos de violación de secretos y/o tráfico de influencias, bien en relación con el soez pelotazo a costa de la Perla Negra, bien por el perpetrado con cargo al inexistente polígono empresarial de Portillo. Los dos empresarios condenados por el primer pelotazo deberán satisfacer, conjuntamente con Delgado, una indemnización de algo más de 4,5 millones de euros, mientras con los cuatro condenados por el segundo deberán hacer frente, igualmente junto al exviceconsejero, a otra de algo mas de dos millones. Ambas cuantías no cubren ni de lejos los 16,3 millones en que ha cifrado la fiscalía el perjuicio ocasionado a las arcas autonómicas.

Pilar del Olmo y Juan Vicente Herrera pasaban por allí...
 La mejor prueba de la extremada levedad de la sentencia es que las penas han estado muy por debajo de las solicitadas por la Junta, que en su momento -con la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, a la cabeza- se resistió todo lo que pudo y más a personarse en la causa, haciéndolo finalmente muy a la rastra y exonerando de cualquier responsabilidad a Sacristán y a los dos exaltos cargos ejecutivos Gesturcal y ADE Parques encausados, Salvador Molina y Francisco Armero. Y aún así, no teniendo más remedio, terminó solicitando el abono de indemnizaciones por el mismo importe que la fiscalía y penas de prisión para Delgado (11 años) y para Hernández (cuatro).

 Resulta casi obsceno que, a través de un comunicado oficial, la Junta no haya ocultado su satisfacción ante el contenido de la sentencia, asegurando que las penas de prisión e inhabilitación “son las que más se aproximan” a lo solicitado por su representación legal en la causa. A expensas de lo que manifieste el inefable consejero de Economía y Portavoz, Carlos Fernández Carriedo, ese eterno-chico-bien-mandado-que-vale-igual-para-un-roto-que-para-un-descosido, ya les digo yo que “Fonsi" Fernández Mañueco, que era consejero de la Junta y secretario regional del partido cuando sucedieron la mayor parte de los hechos encausados, en absoluto se va a dar por concernido ante esta sentencia.

Pese a benignidad, el fallo viene a certificar la existencia de la trama corrupta urdida desde la consejería de Economía regentada por el difunto Villanueva durante el “herrerato”, cuyo titular, que disfruta desahogadamente de la canonjía de ser miembro nato del Consejo Consultivo (82.356 euracos del ala y coche oficial para trasladarse desde Burgos a Zamora y vuelta los escasos días a la semana que cumple presencialmente esa labor), tampoco se dará por concernido. Él, como Pilar del Olmo, pasaba por allí pero no daba por enterado de nada ni aunque se lo contaran quiénes conocían de primera mano el "modus operandi" de la trama...

Vista oral del caso "Perla Negra"
La sentencia no puede por menos que recordarme la asimismo perpetrada por la  propia Audiencia de Valladolid sobre el “caso Arroyo”, otra trama de corrupción de libro que compartió origen con la de la “Perla Negra” (edificio, no por casualidad, ubicado en Arroyo de la Encomienda) y que se vio minimizada al máximo en sus consecuencias judiciales. En ambos casos no se han sentado en el banquillo los máximos responsables políticos de las respectivas tramas y los que lo han hecho han acabado prácticamente yéndose de rositas. Se da la circunstancia de que uno de los tres magistrados que perpetraron la sentencia del “caso Arroyo”, aliñada por el expresidente de la Audiencia, Feliciano Trebolle, ha formado parte de la Sala que ha alumbrado (mejor sería, decir, ensombrecido) el “parto de los montes” que ha supuesto este fallo judicial sobre la “Perla Negra & Pufos Asociados”.

 Confiemos, aunque sea mucho confiar, que la otra trama pendiente de juicio, la eólica, en la que volverán a compartir banquillo Rafael Delgado y varios de los empresarios condenados ayer con él, tenga un desenlace más acorde con lo que se espera en un Estado de Derecho. Y sé que es pedir peras al olmo, pero sería deseable que, en lugar de entablar cruzadas corporativas en defensa de sus privilegios so pretexto de defender la división de poderes, esta casta judicial que tanto compadrea y medra con la clase política no mostrara algo más de decoro a la hora de ejercer esa independencia judicial que tan torticeramente reclama. Es lo mínimo que se puede pedir.

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