A PROPÓSITO DE LA OLA DE BULOS QUE NOS INVADE, PUEDO ASEGURAR QUE ES RIGUROSAMENTE FALSO (e incluso puede que metafísicamente imposible)
PERLAS DE LA FACHOSFERA PATRIA
(o a ver quién la dice más gorda y/o insulta de manera más gruesa)
1.- “Un Sánchez que tiene vergüenza”: ”A diferencia de su hermano mayor, David Sánchez Pérez-Castejón ha demostrado tener un mínimo sentido del pudor. Tardío, cierto, pero suficiente para llevarlo a dimitir del puesto que okupaba (con k) en la Diputación de Badajoz, una vez destapado y expuesto ese chanchullo de nominado “Oficina de Artes Escénicas” (…) Al descubrirse el dedazo, constatarse el fracaso sin paliativos de su proyecto pseudocultural y salir a la luz el escándalo que investiga la Justicia, agravado por un presunto fraude fiscal, el pequeño de los Sánchez ha decidido hacer mutis por el foro, emulando a los personajes de esa ópera que tanto dice amar. (...) Pedro Sánchez Pérez-Castejón es hijo de los mismos padres, pero harina de otro costal, En él la ausencia de vergüenza resulta ser total y absoluta, sin fisuras por las que pueda colarse el más mínimo vestigio de honorabilidad, siquiera postrera. En caso contrario hace tiempo que se habría marchado a un lugar lejano donde tratar de olvidar los incontables embustes que jalonan su trayectoria, trufada de corrupción política, ética y económica”. (...) Si cambiara la soberbia y vanidad que le sobran por una pizca de orgullo bien entendido, convocaría elecciones y devolvería la palabra al pueblo. No lo hará. Porque si David no pasa de ser un mediocre enchufado, Pedro es un amoral peligroso cuyo norte es el poder”. Isabel San Sebastián en el “Abc”.
2.- ”Del impasse de espera al sanfiní”: ”Igualmente es de Balzac esta observación inquietante: la ventaja del que delinque respecto del policía es que el primero trabaja todas las horas del día y el policía cumple únicamente con el horario de oficina. El presidente del Gobierno y sus ministros han multiplicado el número de sus intervenciones en público, han subido el tono de sus ataques y han cerrado filas más que nunca. Trabajan sin descanso, día y noche. Desesperados en su callejón sin salida. Cabría sospechar que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina más que lo que dicen. (…) No estaría de más que esta oposición empezara a pensar no como oposición sino como gobierno, sin aguardar a que el Gobierno la encierre como oposición, obligada siempre a hacer “una brutta figura”. No debe olvidar que quien está en el azucaque es el presidente del Gobierno. Tratará de seguir en él a cualquier precio, con cesiones hoy todavía inimaginables, que espantarán. (…) Este país no necesita tanto a uno que dé la réplica, sino quien lleve la voz cantante, y meterse en algunos charcos (por supuesto, lo propio de las batallas: lo que Psánchez ha aprendido de Trump, almas gemelas). El sanfiní será únicamente del que lo trabaje”. Andrés Trapiello en “El Mundo”.
3.- "¡Viva Peinado!”: “Los ministros han emprendido una competición servil ante su jefe por ver quién le zumba más a Peinado. Han desacreditado su trabajo, lo han acusado de actuar de manera tendenciosa por un móvil político y han llegado a insultarlo. Bolaños, ministro de Justicia y encargado de amedrentar a los jueces, lo engloba en una supuesta «jauría ultraderechista» y califica su instrucción de «cacería política despiadada». (…) El inefable Brutus, también conocido como Óscar Puente, ha calificado su actuación de «burda y miserable». Su tocayo Óscar López ha subido la apuesta por ver quién pelotea más al Líder Supremo y ha llamado al juez directamente «prevaricador» y «mentiroso». Por supuesto, el propio Sánchez también lo ha acosado con sucesivas declaraciones despectivas y amenazantes. (…) Pero el juez aguanta el tirón. Está mostrando mucho temple ante el fortísimo envite del gran Leviatán. O mejor dicho: está manteniendo su profesionalidad frente a una persecución del Ejecutivo propia de un régimen bananero. Por eso cuando este martes dio el paso de imputar también a la funcionaria de la Moncloa que ayudaba a Begoña Gómez en sus chanchullos particulares, daban ganas de abrir una botella de espumoso caro y marcarse un brindis de «¡Viva Peinado!» a su salud. O de encargar unas camisetas con ese lema”. Luis Ventoso en “El Debate”.
4.- “Karla es una mala trans”: “Gascón cambió de sexo pero no de pensamiento, negándose a cumplir los mandamientos que dictan los santurrones. Porque en eso Carlos tenía mucha razón, aunque ahora lo tenga que pagar Karla: las gentes de la farándula no tienen obligación ninguna de darnos la turra política, ni nosotros por qué tragarnos unas galas convertidas en mitines cuando de lo que se trata, o se trataba, es de reconocer la excelencia en el desempeño de un oficio. Lo demás, que debería ser accesorio, se convierte en lo nuclear. El máximo exponente patrio de este síndrome es Pedro Almódovar. Lo que peor llevo a cada película que estrena es tener que aguantar sus diarreicos sermones. Malicio que Pedrooo andaba frotándose las manos pensando que para su próxima película iba a reclutar a Karla. Juntos saldrían a combatir la homofobia, el racismo, la pobreza y nos salvarían de las garras de la extrema derecha, que nos deja sin pensiones ni vivienda. Pero Karla ya no vale. ¿Cómo se llamaba la película esa donde salía?”. Agustín Pery en el ”Abc”.
5.- "Purga o blindaje”: ”Cuando un partido en el Gobierno es señalado por la corrupción lleva a cabo dos tipos de acciones con los involucrados: purga o blindaje. Por supuesto, la decisión siempre está en manos del número 1. La suerte de los implicados depende de la utilidad que tengan para que la investigación judicial no avance y no alcance a la cúspide. Si se opta por la purga es que el señalado es la cabeza de turco adecuada porque su implicación no se puede ocultar. Es el caso de Ábalos, que ha resultado ser un miembro amputado porque estaba echado a perder y podía gangrenarse el resto. También es purgado aquel que no resulta lo suficientemente celoso para ocultar la trama, como Lobato. Se le ejecuta, su nombre es borrado como si nunca hubiera existido, y se hace lo posible para que no esté en las instituciones, como el Senado. (…) El blindaje consiste en emplear la artillería institucional, obtenida gracias a la colonización del Estado, incluyendo el Tribunal Constitucional, y usar la prensa del Movimiento Sanchista. Ese blindaje permanece sólido el tiempo necesario para cubrir a quienes están más arriba en la organización. Es el caso, por ejemplo, del Fiscal General del Estado, cuya imputación es inédita en la historia de la democracia española”. Jorge Vilches en el “La Razón”.
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