martes, 11 de febrero de 2025

Trump y cómo atar esa mosca por el rabo

 El bendito día en el que el autodefenestrado Juan García-Gallardo Frings (Ga-Ga jr.) decidió lanzarse por la ventana al vacío político decidí que no valía la pena dedicar más de un minuto de mi tiempo, y del de quienes me leen, a analizar el asunto. Durante los tres años en que ha ejercido la política, la aportación de este personaje a la vida pública es sobradamente conocida. Recopilar la colección de exabruptos y despropósitos que ha jalonado su descabellada trayectoria daría para escribir un libro sobre la antitesis de lo que debiera ser el noble ejercicio de la política. Procedía, sin mas, felicitarse de que un personaje de semejante catadura desaparezca de la escena pública.

 Pero en lo que sí merece detenerse es en las reacciones políticas y mediáticas que ha suscitado su espantada, así como en algunas revelaciones posteriores del propio Ga-Ga jr. igualmente harto significativas. Partiendo de la base de que se trata de alguien sin ningún peso político propio -como lo prueba el hecho de absolutamente haya secundado su espantada- puede resultar sorprendente la enorme repercusión mediática que ha alcanzado el episodio. Se ha presentado a Gallardo como líder de Vox en Castilla y León, un rol absolutamente falso, puesto que dicho partido no ha celebrado jamás ningún proceso interno que legitime un liderazgo. Como se ha ocupado de subrayar su sucesor en la portavocía de las Cortes, David Hierro, el único líder del partido en todas y cada una de las comunidades autónomas se llama Santiago y se apellida Abascal. Pocas dudas hay sobre ello.

Santiago Abascal y García Gallardo
 Nombrado en su día a dedo por el caudillo de Vox, Ga-Ga jr. ha sido simplemente la cabeza visible, que no lider, de la formación ultraderechista en Castilla y León. Y no es casualidad que su abandono de la política activa haya coincidido con la expulsión del partido de dos procuradores, Ana Rosa Hernando y Javier Teira, que habían cometido la veleidad -almas de cántaro ellos- de reivindicar democracia interna en una formación que ellos mismos han terminando calificando de “estafa piramidal, con estructura de secta”. En realidad, sabiendose ya desahuciado por Abascal y su guardia de corps, Gallardo ha aprovechado esa circunstancia para quitarse de en medio antes de que, llegada la próxima convocatoria electoral, el minarete nazional de Vox le condenara al más absoluto ostracismo. 

Gallardo, una impostura autorretratada.- Aunque la caída en desgracia de Ga-Ga jr. nada tiene que ver en origen con la expulsión de los dos procuradores díscolos, la coincidencia ha venido al pelo a los medios interesados en presentar todo ello como una grave crisis interna de Vox en Castilla y León. Y ahí ha entrado en juego la constelación mediática afín al PP para magnificar al máximo y elevar a la categoría de crisis el problema unipersonal de Gallardo con el mencionado minarete. Los mismos medios y periodistas que justificaban todas las tropelías de Gallardo y de Vox en general cuando la ultraderecha estaba coaligada con el PP, se han tirado ahora a la yugular de Abascal y sus secuaces de la calle Bambú. Descaradamente.

Javier Teira y Ana Rosa Hernando, almas de cántaro ellos
Y ello cuando Vox ha sido siempre lo mismo: un partido de extrema derecha, racista, xenófobo, homófobo, anclado en el nacionalcatolicismo mas integrista y negacionista de la violencia de género, del cambio climático, de las vacunas y de cualquier avance científico que contrarie la perpetuación del especimen ibérico reclutado por don Pelayo. Y en el plano interno, alérgico y refractario a la menor participación democrática. En suma, una secta que encubre además un negocio millonario montado alrededor de Abascal y que no es ahora: la primera edición del libro “Vox S.A: el negocio del patriotismo español”, del periodista Miguel González, data de marzo de 2022.

 Por lo demás, el propio Gallardo ha retratado sus imposturas al reconocer que, siendo vicepresidente, tragó sin rechistar con la humillación infligida por el minarete nazional de Vox al relegarle de la negociación con el PP sobre los asuntos de gobierno en Castilla y León. Y por si fuera poco, no abandona la militancia del partido porque sigue compartiendo “los principios” del mismo, todo un reconocimiento explícito de que nunca ha existido discrepancia ideológica. Simplemente, ha caído en desgracia y Bambú lo ha descartado para repetir como cartel electoral en las próximas autonómicas.

El PP, a pescar en río revuelto.- Ni que decir tiene que Fonsi” Fernández Mañueco ha contemplado el episodio acariciando apaciblemente el gato. Y hay que recordarle el dudoso honor de haber sido el primer presidente autonómico que se alió con la ultraderecha, a la que consistió todo tipo de tropelías y exabruptos sin desautorizar nunca ni a García-Gallardo ni a personajes tan dañinos y nefastos para la convivencia y el interés social como el exconsejero Mariano Veganzones.

Núñez Feijóo y Fernández 
Eso sí, “Fonsi” se ha apresurado a hacer un guiño a Hernando y Teira, que ya veremos lo que tardan en desmarcarse de Vox en las votaciones y coincidir con el grupo popular, que, desde la ruptura de su pacto con la ultraderecha, está más solo que la una en el mausoleo de Villa del Prado. 

 Pero se equivoca “Fonsi” si cree que el episodio Gallardo va a tener algún coste electoral para Vox. En absoluto. La ultraderecha rampante va a cosechar los mismos votos presente a quien presente y, es más, si el designado es un completo desconocido, puede que obtenga un plus de respaldo por no tener a nadie personalmente en contra. Por donde puede venir el desgaste para Vox es por su irracional apoyo a los desmanes y desafueros de Trump. Va a ser curioso observar como justifica Vox la caprichosa imposición de aranceles a los bienes y productos castellano-leoneses, verbigracia la industria agroalimentaria, que exportamos a Estados Unidos. Vamos a ver como se las arreglan Abascal y su tropilla, que se han afanado en vender su averiada mercancía al mundo rural, para atar esa mosca por el rabo. Y también que dice al respecto un PP que no va a poder seguir poniéndose de perfil ante las barrabasadas del “ogro naranja, macho alfa de una manada de gorilas” (González Pons dixit).


PERLAS DE LA FACHOSFERA PATRIA

(o a ver quién la dice más gorda y/o insulta de manera más gruesa)

1.- “Extrema derecha caniche”: A escala nacional, ante la masacre de los palestinos, el doctor Sánchez, no ha hecho sino aspavientos retóricos, más falsorros todos ellos que Judas, mientras mantenía sus negocietes militares con el Estado de Israel; negocietes que la izquierda caniche ha legitimado desde el Consejo de Ministros, mientras se hacía selfies socarronamente con la kifiya, para engañar a su rebaño de zombis. Esta hipocresía socarrona de la izquierda caniche habría resultado a la larga inaceptable incluso para su rebaño de zombis; pero entonces aparece en su auxilio nuestra derechista valiente, que corre a hacerse unos selfies grimosos con el carnicero Netanyahu y considera “razonable” la fanfarronada de Trump. Y, de este modo, la doblez y el fariseismo de la izquierda caniche quedan por completo lavados, y las masas cretinizadas pueden adherirse a sus consignas hipócritas con la conciencia tranquila, porque enfrente se hallan unos bárbaros que chapotean orgiasticamente en la sangre. En cierto modo, la izquierda caniche y la extrema derecha actúan como las dos primeras fases del proceso dialéctico descrito por Fichte (tesis y antítesis) para lograr la síntesis que favorece los designios del reinado plutocrático”.  Juan Manuel de Prada en el “Abc”. (Manda narices que denuncie un “chapoteo orgiastico en la sangre” el autor de otro artículo en el mismo diario lamentándose de que los “hijos de la grandísima puta” que gobiernan España no fuesen ahorcados y descuartizados “exponiendo por último sus despojos en la plaza pública”).

1.- “El triste precio de la estupidez”: “¿Cuándo cuajó esa derecha europea radical y arrogante? Y la respuesta es aterradoramente sencilla: cuando la izquierda de nuevo cuño dejó de ocuparse de los trabajadores para abrazar e imponer, llevándola a extremos irracionales y ridículos -tan antiamericanos que son para unas cosas, y tan babeantes para otras-, la peligrosa doctrina nacida en Harvard y la Universidad de Carolina en la que se fue apoyando, poco a poco, extendida como mancha de aceite, tanta basura ideológica: penalizar la libertad individual en favor la sumisión grupal, retorcer hasta la más grotesca exageración conceptos útiles, nobles y necesarios como izquierda, igualdad, paridad, feminismo, antifascismo. (…) En España, naturalmente, la nueva izquierda -la que en su inculta fatuidad reniega de Julio Anguita y de Felipe González- se puso a la cabeza. Se erigió en administradora única del negocio, y utilizo la palabra ´negocio´ con absoluta deliberación. (…) Al final, claro se acabaron viendo las costuras: la hipocresía y el turbio sesgo de quienes pontificaban, calumniaban y señalaban. El hermana yo te creo de Irene Montero y sus violadores liberados por la nueva ley, el chúpame la minga de Pablo Echenique, la venenosa bajunería y mala índole de Pablo Iglesias, gallito del harén, que las azotaría hasta hacerlas sangrar, el ridículo lenguaje cursi-infantíl de Yolanda Díaz, el enhiesto miembro viríl de Iñigo Errejón y tanta basura, tanto camelo barato, tanta mierda empaquetada para su venta a granel”. Arturo Pérez Reverte en el “El Mundo”. (Sin ánimo de molestar, Arturo: meter en el mismo saco a Julio Anguita y a Felipe González resulta gravemente infamante para la memoria del primero).

 3.-”La fachaparty y las verdes colinas de la izquierda”: “Existe un problema de verbalización del oponente que antes en lo zurdo se resolvía con lo del facherío. Después, el reproche se amplió a las tres derechas, como a las tres Marías, y durante un tiempo fue la “fachosfera”, que dejó de utilizarse porque terminó siendo tan difusa, diversa y cachondona que dejaron de nombrarla no fuera a apuntarse la gente. En este país, todo lo que no fuera la coalición de gobierno era ultraderecha, porque el espacio de lo aceptable desde el centro a la derecha mide dos centímetros y medio. A la izquierda, en cambio, siempre hay sitio.Hablamos de un territorio ideológico que se expande como el cosmos. (…) Por la izquierda de la izquierda posa Yolanda Díaz la oreja sobre las vías del ferrocarríl, van colonos con sus carretas, hacen noche en las praderas, encienden fuegos, cuentan historias y cantan canciones mientras las chispas se elevan a un cielo cujado de estrellas. A la izquierda de la izquiera está la izquierda filoiraní, los de Hamás mandando flores al Gobierno, Zapatero con lobbysta de Xi Jinping y Monedero bailando la conga de la cárcel Heleicodal en los mitines del chavismo. Por allá, detrás de esas montañas, viven los de Bildu con sus 37 terroristas en las listas a las municipales, tallan en los árboles sagrados el rostro de Josu Ternera, encienden las bengalas en las noches de “ongi etorri” y les humean los revólveres en una candidez nativa. Vaya si ha sitio a la izquierda. Además si alguno se pasa y mancha el paisaje, se dice que en realidad era de derechas y asunto resuelto. Como ETA, que era de derechas. Fascismo. ETA era fascismo, como abrirle la puerta a tu mujer llevando un polo como la bandera de España, pedir la libertad de los secuestrados, ir a los toros y comer carne”. Chapu Apalaoza en el “Abc”

4.- ”Hay que gastar mejor”: ”En este ámbito de caballeros tan selectos, a los que no parecía conocer, soltó el aspirante a tirano sostenido por la Unión Europea su famosa teoría sacada de los arcanos del Manual de Resistencia más sanchuno: que el dinero público no es de nadie, y que su actual objetivo en política no es otro -tanto en España como en Europa- que el de acaparar toda la pasta, como si fuera suya, hasta el ciudadano libre reviente, y hasta que la empresa libre, que son unos usureros sin conciencia social, subsidie todos y cada uno de sus caprichos y despilfarros masivos y atávicos. (…) Revelado el procedimiento a seguir -un desplume indoloro, inodoro e insípido con anestesia total- pasó el Rey Sol del wokismo a revelar lo que significa “gastar más y mejor”. En un pispás, lo resumió como si estuviera en el Congreso de los Diputados: que el gasto de Defensa fuera “para lograr una transición verde y digital, para reforzar ola competitividad, la cohesión de la UE, la excelencia tecnológica y para crear empleo”. (…) “Gastar más y mejor” es para el sanchismo un ejercicio desalmado de chulería y de economía imaginativa. Sabe que las decisiones que tome no le pasarán factura ni cuando malverse, engañe, robe y ni de coña cuando se equivoque. Así que hace la cuenta del palmero en ejercicio: quien tiene cuatro y gasta cinco, no necesita ni bolsillo”. Antonio Piedra, el sempiterno e inmarcesible director de la fundición “Jorge Guillén”, en “El Mundo de Castilla y León”.

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