Los estragos sociales causados por la desaparición de las Cajas de Ahorro son múltiples y de mucha repercusión. El expolio y/o almoneda de estas entidades ha privado a Castilla y León de una de sus potencialidades más preciadas, el ahorro, y por ende de todo lo que ese gran recurso financiero podía reportar a esta maltrecha comunidad autónoma.
Además de echar a perder ese “músculo financiero”, la dilapidación de las Cajas se lleva por delante varios miles de puestos de trabajo y deja reducida a la mínima expresión la Obra Social que tanto ha contribuido a la cultura y el bienestar de castellanos y leoneses.
Sede de Caja Duero en Valencia |
Además de echar a perder ese “músculo financiero”, la dilapidación de las Cajas se lleva por delante varios miles de puestos de trabajo y deja reducida a la mínima expresión la Obra Social que tanto ha contribuido a la cultura y el bienestar de castellanos y leoneses.
Destrucción de más de 3.000 empleos.- El proceso de concentración y reconversión bancaria de las seis Cajas de Castilla y León se ha saldado hasta la fecha con la eliminación de unos 1.200 puestos de trabajo.
Buena parte de ellos, casi 900, se perdieron como consecuencia de la fusión de Caja España y Caja Duero, cuyo solapamiento territorial obligó al cierre de más de 200 sucursales en la comunidad autónoma.
A continuación se sitúa en el ranking de la destrucción de empleo Caja Burgos, que ha perdido en este tiempo mas de 200 empleados: 117 acogidos al plan de prejubilaciones aprobado tras su adhesión a Banca Cívica y casi otro centenar entre las nuevas prejubilaciones y suspensiones temporales puestas en marcha a raíz de su absorción por Caixabank.
A continuación se sitúa en el ranking de la destrucción de empleo Caja Burgos, que ha perdido en este tiempo mas de 200 empleados: 117 acogidos al plan de prejubilaciones aprobado tras su adhesión a Banca Cívica y casi otro centenar entre las nuevas prejubilaciones y suspensiones temporales puestas en marcha a raíz de su absorción por Caixabank.
Pero lo peor en este terreno está por venir: La drástica reducción de plantilla a que obliga el rescate europeo del Banco CEISS (Caja España-Caja Duero), el durísimo ajuste en Bankia (Caja Ávila y Caja Segovia) y el ERE que ha de sufrir Caja Circulo tras su absorción por Ibercaja.
A expensas todavía de su posible fusión con Unicaja -que en realidad sería una absorción-, las condiciones impuestas desde Bruselas a CEIIS son sobradamente conocidas:
Manifestacion en Madrid contra los despidos en Banco CEIIS |
El cierre de 263 oficinas (147 en la zona de expansión y 116 en el ámbito tradicional) y reducción de los servicios centrales, todo lo cual comportaría la pérdida de otros 1.500 empleos, aproximadamente el 30 por ciento de la actual plantilla).
Se desconoce cuantos de los cerca de 5.000 trabajadores afectados por el ajuste de Bankia corresponderán a las antiguas plantillas de Caja Segovia y Caja Ávila, cuyos supervivientes en todo caso no se salvarán de la notable reducción salarial que completa el ajuste. Y la espada de Damocles pende igualmente sobre la plantilla de Caja Círculo, donde el cierre de 60 oficinas puede dejar en la estacada a unos 200 trabajadores. Todo ello situaría en torno a unos 3.000 los puestos de trabajo perdidos en las cajas de Castilla y León, alrededor de un 35 por ciento de los que existían en 2009.
Desplome de la obra social.- Consecuencia del deterioro sufrido por sus balances, que en muy poco tiempo pasaron de presentar cuantiosos beneficios a arrojar pérdidas, ha sido el desplome de los recursos destinados a la Obra Social.
Antes de su fusión, Caja España y Caja Duero llegaron a sumar en un solo año (2008) más de 50 millones de euros anuales dedicados a este capitulo. La Obra Social de Caja España dispuso ese año de un Presupuesto de 33,5 millones y la de Caja Duero de cerca de 19. Tras la fusión, la Obra Social conjunta contó en 2.011 con tan solo 15 millones, cuantía que cayó el pasado año a tan solo 10 millones de euros, menos de la quinta parte de lo que ambas Cajas destinaban a este fin cuatro años antes.
Torreón de Lozoya, Obra Social de Caja Segovia |
Caja Segovia pasó de 8 millones en 2010 a 3,5 en 2012 y no es eso lo peor. Lo peor es que, tras la nacionalización de Bankia, tanto Caja Segovia como Caja Ávila no tienen garantizados los recursos necesarios para sostener en el futuro su Obra Social. De momento, la fundación que se ha hecho cargo de la Caja abulense (presidida -siguen sin cortarse un pelo- por el secretario del PP de Ávila, Pedro Luis Gómez Hernández) ha presentado un ERE para reducir a la mitad su plantilla. El presupuesto de la Obra Social de Caja Ávila, en 2010 de 5,5 millones, descendió el pasado año a cuatro.
Del desplome en este capitulo tampoco se han librado las dos cajas burgalesas. Caja Burgos, que en 2008 destinó mas de 29 millones de euros a su Obra Social, ha dispuesto en 2012 de 14,5, justamente la mitad, cuantía que, aun así, es muy superior a la de Caja España-Caja Duero. Y en un solo año Caja Círculo redujo el presupuesto de su Obra Social nada menos que en un 53 por ciento, pasando de los 7,21 millones de 2011 a los 3,34 del pasado 2012.
El resumen es que en el año 2008 la Obra Social de las seis Cajas de Ahorro de Castilla y León disponía de más de 100 millones de euros, cuantía que en 2012 se ha reducido a 35,34 millones que todavía podrían ser menos en el futuro. Y esta es la fecha sin que nadie se haya hecho responsable de estos estragos.