Juan Vicente Herrera y Dolores de Cospedal |
Desconozco si alguien denunció la situación en Castilla y León, pero esto mismo, el cierre de las urgencias nocturnas, está en vigor desde hace el pasado 1 de octubre en 18 centros rurales. Los 40.000 vecinos afectados llevan movilizándose desde entonces, sin que la Junta haya reconsiderado una medida que apenas supone un ahorro de 1,5 millones de euros (menos del 0,05 del Presupuesto de la Consejería de Sanidad). ¿Es admisible poner en riesgo una sola vida por semejante ahorro? ¿Dónde queda la igualdad de derechos entre los vecinos de los núcleos urbanos y los que residen en esas localidades del medio rural? No hay por donde cogerlo.
Manifestación en Las Arribes del Duero |
Aunque aquí el PP aplica el “rodillo” de su mayoría con absoluto desprecio de los argumentos de la oposición, en el caso de las guardias médicas el rechazo de IU y PSOE puede obligar a la Junta a reconsiderar la medida. Sobre todo si los socialistas mantienen que se trata de una línea roja, de una condición "sine qua non" para alcanzar un consenso en torno a la Ordenación del Territorio, proceso que no llegará a buen puerto sin el acuerdo de los dos partidos mayoritarios.
César Antón y J.A. de Santiago |
La Junta eludió ayer cualquier responsabilidad en este desaguisado, desviando la misma hacia el Imserso, al frente del cual está precisamente el ex consejero de Sanidad y ex consejero de Familia de Castilla y León, César Antón. Aunque pudiera parecer lo contrario, al endosar el problema al Imserso, el Portavoz de la Junta exoneraba de responsabilidad a Antón, quién en la etapa fiscalizada por el Tribunal de Cuentas era justamente el responsable de gestionar las ayudas a la Dependencia en esta comunidad.
Normal cuando, tras cesar como consejero, el ex titular de Familia encontró acomodo como asesor en la Consejería de la Presidencia de su amigo y valedor José Antonio de Santiago. Al "asesor" Antón se le encomendó entonces elaborar un documento que sirviera de base para el pacto de comunidad ofrecido por Juan Vicente Herrera para “blindar” los servicios esenciales (Sanidad, Educación y Dependencia).
Normal cuando, tras cesar como consejero, el ex titular de Familia encontró acomodo como asesor en la Consejería de la Presidencia de su amigo y valedor José Antonio de Santiago. Al "asesor" Antón se le encomendó entonces elaborar un documento que sirviera de base para el pacto de comunidad ofrecido por Juan Vicente Herrera para “blindar” los servicios esenciales (Sanidad, Educación y Dependencia).
Tras las elecciones generales, Ana Mato lo fichó para dirigir el Imserso y de dicho documento nunca más se supo. Ni de ese documento ni de aquel pacto ofrecido por el presidente de la Junta en su discurso de investidura. Y en lugar de “blindaje”, se puso en marcha un “desguace” que en 2013 se cuantifica en una reducción de 340 millones de euros en el gasto social presupuestado por la Junta. Una vez más, y ya son muchas, la palabra de Herrera se la llevó el viento.